THE ALCOHOLIC es el nuevo Volumen Unitario publicado por VERTIGO el pasado mes de septiembre. En esta ocasión encontramos al autor Jonathan Ames que nos cuenta de forma autobiográfica su historia de adicción a la bebida (entre otras sustancias).
Jonathan A. es un chico que empieza a beber de adolescente, con un amigo durante los fines de semana. Es brillante, un estudiante con buenas notas y buen deportista. Así que consigue ocultar su “afición” durante mucho tiempo. A lo largo de la obra veremos sus problemas con el alcohol así como sus dificultades cotidianas (problemas con los amigos, las mujeres, etc.). De modo que Jonathan acaba convertido en uno de esos escritores alcohólicos que lleva una vida autocompasiva y de tendencias destructivas.
Con lo contado supongo que es suficiente para descubrir que la obra es un Slices of Live(momentos de la vida). Normalmente este genero está protagonizado por personajes aburridos y sencillos con vidas aburridas y sencillas que arrastran un complejo de inferioridad. No me suelen gustar este tipo de obras (Daniel Clowes sería uno de los mayores referentes en este género) porque cuentan historias cotidianas de personajes que no dejan de lloriquear. En general suelen tener un ritmo lento y no acostumbra a pasar gran cosa en ellas.
THE ALCOHOLIC es el paradigma de este género. El volumen está egocéntricamente dedicado a contar las penas de un personaje que, excepto la tragedia de la muerte de sus padres en un accidente de automóvil (la cual prácticamente no le afecta), no le ocurren cosas peores que a vosotros o a mí. Sin embargo tenemos 148 páginas de lamentos, depresiones y autotormentos. Hay momentos en que se siente lastima por el personaje, pero a medida que se va terminando la obra el lector empieza a estar cansado de un ser que es perdedor porque le da la gana serlo y que no para de repetir una y otra vez lo mismo.
En su favor diré que el tomo es muy sincero (el autor se desnuda completamente y cuenta cosas de lo más íntimas) y descriptivo. Este aspecto resulta interesante cuando llegamos a la parte en que Jonathan se encuentra en NY durante el 11 de Septiembre y describe (con lloriqueos y egoísmo) la tragedia allí ocurrida. Esta ha sido para mí la mejor parte de la obra, porque el guionista desvía por fin el foco de atención hacia un suceso trágico de verdad y no que el protagonista caiga en un pozo de desolación porque no le llama su novia.
El dibujo de Dean Haspiel es sencillo y esquemático, como suele ser en estas obras. Espero que los amantes de la buena narrativa y los detalles no sean muy duros con él. Tened en cuenta que caracteriza muy bien a Jonathan A e impregna la obra de un peculiar sentido del humor.
Yo recomendaría este tomo a lectores con paciencia y amantes de los relatos costumbristas con toques de drama; así como de los personajes sólidos y creíbles. Al que busque ritmo, fantasía y grandes emociones o tragedias; definitivamente este no es su cómic.
Pero no pasa nada, tampoco ha sido el mío.
“Agosto de 2001. Mi nombre es Jonathan A. Soy alcohólico.”
Jonathan A. es un chico que empieza a beber de adolescente, con un amigo durante los fines de semana. Es brillante, un estudiante con buenas notas y buen deportista. Así que consigue ocultar su “afición” durante mucho tiempo. A lo largo de la obra veremos sus problemas con el alcohol así como sus dificultades cotidianas (problemas con los amigos, las mujeres, etc.). De modo que Jonathan acaba convertido en uno de esos escritores alcohólicos que lleva una vida autocompasiva y de tendencias destructivas.
Con lo contado supongo que es suficiente para descubrir que la obra es un Slices of Live(momentos de la vida). Normalmente este genero está protagonizado por personajes aburridos y sencillos con vidas aburridas y sencillas que arrastran un complejo de inferioridad. No me suelen gustar este tipo de obras (Daniel Clowes sería uno de los mayores referentes en este género) porque cuentan historias cotidianas de personajes que no dejan de lloriquear. En general suelen tener un ritmo lento y no acostumbra a pasar gran cosa en ellas.
THE ALCOHOLIC es el paradigma de este género. El volumen está egocéntricamente dedicado a contar las penas de un personaje que, excepto la tragedia de la muerte de sus padres en un accidente de automóvil (la cual prácticamente no le afecta), no le ocurren cosas peores que a vosotros o a mí. Sin embargo tenemos 148 páginas de lamentos, depresiones y autotormentos. Hay momentos en que se siente lastima por el personaje, pero a medida que se va terminando la obra el lector empieza a estar cansado de un ser que es perdedor porque le da la gana serlo y que no para de repetir una y otra vez lo mismo.
En su favor diré que el tomo es muy sincero (el autor se desnuda completamente y cuenta cosas de lo más íntimas) y descriptivo. Este aspecto resulta interesante cuando llegamos a la parte en que Jonathan se encuentra en NY durante el 11 de Septiembre y describe (con lloriqueos y egoísmo) la tragedia allí ocurrida. Esta ha sido para mí la mejor parte de la obra, porque el guionista desvía por fin el foco de atención hacia un suceso trágico de verdad y no que el protagonista caiga en un pozo de desolación porque no le llama su novia.
El dibujo de Dean Haspiel es sencillo y esquemático, como suele ser en estas obras. Espero que los amantes de la buena narrativa y los detalles no sean muy duros con él. Tened en cuenta que caracteriza muy bien a Jonathan A e impregna la obra de un peculiar sentido del humor.
Yo recomendaría este tomo a lectores con paciencia y amantes de los relatos costumbristas con toques de drama; así como de los personajes sólidos y creíbles. Al que busque ritmo, fantasía y grandes emociones o tragedias; definitivamente este no es su cómic.
Pero no pasa nada, tampoco ha sido el mío.
“Agosto de 2001. Mi nombre es Jonathan A. Soy alcohólico.”
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