“Después de todo este tiempo, ¿todavía no me conoces, amigo mío? YaCon Blue Boy como narrador de lujo a lo largo de estos tres capítulos (dos números sencillos más un #75 especial de 32 páginas), por fin hemos llegado a la historia más ansiada por muchos en Fables: la guerra entre Fabletown (con la notable ayuda de las fábulas árabes) contra el todopoderoso Imperio.
sea una guerra desesperada o la virtud de una mujer, yo siempre gano mis batallas.”-Príncipe Azul.
La estrategia del Príncipe Azul y compañía ha sido impecable. Sabedores de su inferioridad numérica, Fabletown plantea una contienda táctica perfectamente calculada para despojar al Imperio de su aparato administrativo y logístico; convirtiéndolo de esa manera en un gigante descalzo. La tropas del adversario, tocadas tras su derrota en el Reino de Flycatcher, son incapaces de reaccionar ante el rápido y certero ataque, estando en todo momento por detrás en iniciativa.
La táctica es genial por su simpleza. Por un lado El Orgullo de Bagdad (un flamante bajel volador capitaneado por Simbad y con Príncipe Azul como general de operaciones) se abre paso surcando los cielos de las tierras natales y destruyendo los portales que comunican un mundo con otro. Así mismo la aeronave está dotada de un impresionante sistema de armamento que la hace imbatible.
El segundo teatro de operaciones es la capital Calabri Anagni. La mismísima Ciudad Imperial es neutralizada gracias principalmente al aumentado hechizo de Zarza Rosa.
Y como tercer frente tenemos Fort Bravo, donde Bigby y sus tropas de infantería defienden la última judía mágica plantada. La importancia de resistir en esta plaza es vital, ya que de ir mal la campaña ese tallo se convertiría en la última vía de escape para las fuerzas invasoras.
Pese a que la superioridad técnica e intelectual favorece al bando de Príncipe Azul, la maquinaria bélica imperial empieza a pesar de todo a conseguir victorias (“hunden” El Orgullo de Bagdad) y al final todo se decide una última batalla en Fort Bravo entre el mismísimo Emperador / Marioneta y Lobo Feroz. Son numerosos los caídos en la lucha, y entre ellos encontramos a un personaje muy importante que llevaba en la serie desde el primer numero.
Y finalmente, tras tanta lucha y sacrificio, la Amnistía con la que se proclama la conclusión de la guerra parece no dejar contentos a muchos.
Tras un tibio arranque en que durante los dos primeros capítulos se nos va narrando de forma mecánica como todo iba saliendo según lo previsto, War & Pieces sabe encauzarse en el #75 para ofrecer una historia llena de épica, emoción y aventuras que será recordada como uno de los grandes momentos de la colección. Necesariamente espectacular, el guión de Bill Willingham sabe llegado el momento estar a la altura de las circunstancias y deslumbrar con dinamismo e intensidad. Aunque tal vez la saga hubiera necesitado un número más y así profundizar en los personajes y haber narrado alguna que otra batalla extra. A destacar sobre todo el impresionante papel que juega el Príncipe Azul a lo largo de toda la historia. Es genial como de principio a fin se juega con las principales bazas del personaje y nos muestran su ambigüedad y su orgullo (¿es un héroe o un aprovechado que sólo busca fama?), su prepotencia y su carisma para ver como se personifica una figura muy humana para nada idílica.
En el apartado gráfico Mark Buckingham despliega su buen hacer destacando sobre todo en el #75. Este número está dibujado a doble página para aportar a la saga el final detallista y espectacular que requería. Un trabajo notable que es de agradecer y que se nota cuidado al milímetro.
De manera que este ha sido el repaso a una de las más memorables sagas de la colección. Pese a todo, una vez pasado el efecto de tanta espectacularidad y emoción, yo considero que hay sagas más redondas dentro de esta colección en las que tanto guión como dibujo han estado a mejor nivel. The Good Prince, sin ir más lejos, me parece mejor historia en todos los sentidos, también a nivel de dibujo.
Hagamos ahora un poco de repaso de las noticias que Fables ha generado últimamente. El éxito de la colección ha propiciado como es natural que vayan a aparecer una serie de nuevos proyectos satélites, tal y como pudimos saber en la San Diego Comic Con de este año.
-Fables: Peter and Max será un tomo en prosa de Willingham más ilustraciones de Steve Leoloha que aparecerá el año que viene. Pensado en un formato similar a The 1001 Nights of Snowfall, contará la historia de dos fábulas que son hermanos.
-Cinderella: From Fabletown with Love. Escrita por el novelista Chris Robeson (X-Men: The Return) y Shawn McManus al dibujo. Miniserie en clave de espionaje de un personaje que ha demostrado en la serie madre que es capaz de mantener por sí solo una trama.
-The Literals: Miniserie de tres nos. que será el primer crossover entre Fables y Jack of Fables.
Respecto a nuevos argumentos para la colección, en un próximo arco volveremos a sentir hablar del favor que Cincerella de debe a Frau Totenkinder. Inmediatamente tendremos un #76 de transición para empezar con un nuevo arco argumental de 5 partes en el #77. La historia previsiblemente continuará con las principales líneas argumentales de serie.
Desgraciadamente, no todo son buenas noticias. El genial portadista James Jean ha anunciado su marcha de la colección. La portada del #81 dirá el adiós definitivo a la serie de este gran autor. Lo cual nos deja una duda, estaba previsto para finales de año la publicación del tomo recopilatorio de las portadas de los primeros 75 número más los tomos de J.Jean para la serie. Desconocemos por ahora si el proyecto seguirá adelante tal cual o si por el contrario se pospondrá para así recopilar todas las portadas del autor. En mi opinión lo ideal sería esto último, pero el tema no es sencillo, sobre todo si el volumen estaba en un estado final de su proceso.
Lo más importante es que no se pierdan esas 6 portadas pendientes, seguramente geniales como todas las del autor.
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