
Yo de este número sobre todo destacaría el valor que tiene para todo el universo de la serie la imagen que nos da de la D.M.Z. Aunque también sorprende la forma en Brian Wood puede aprovechar las páginas y contarnos en un solo número una historia completa y rica en matices (que hasta invita a una segunda lectura). El dibujo de Burchielli sigue siendo magnífico. Estamos ante un dibujante muy completo que cambia de registro con mucha facilidad y en esta ocasión lo demuestra con grandes planos de la zona de guerra y al momento siguiente colocando al personaje en un paisaje en plena naturaleza.
El equipo creativo de esta serie es realmente increíble, puesto que consiguen mantener un nivel de calidad que en otras colecciones aparece muy esporádicamente.
Leer D.M.Z. mes tras mes es una apuesta segura por un cómic original, de mucha calidad y que invita a la reflexión. El mes que viene comienza una nueva saga: BLOOD IN THE GAME.

“Y esta ciudad… su estimulante
sentido de la libertad. Su debilitador sentido del miedo. La muerte está en
todas partes. Andar una milla casi me mata en varias ocasiones. Y la gente vive
aquí.” – Soames.
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