VERTIGO – HEAVY LIQUID

El pasado septiembre el sello VERTIGO reeditaba HEAVY LIQUID, una miniserie de 5 números que a lo largo de sus 250 páginas nos cuenta una historia de género negro muy particular.
Publicada originalmente en 1999, esta miniserie cuenta con toda una serie de ingredientes que la convierten en un material genuinamente VERTIGO. Porque aún y estar ubicada dentro del género negro detectivesco la miniserie está llena de particularidades. Para empezar está emplazada en un sucio y caduco futuro cercano, y a esto hay que sumarle las referencias al arte moderno, las drogas, alucinaciones varias, unos villanos muy peculiares y hasta unas gotas de romanticismo nostálgico.
Pero, ¿de qué trata? HEAVY LIQUID es la historia de un ex investigador llamado “S”(de Stooge [Víctima]) al que traficar con Heavy Liquid y Black Milk le está arruinando la vida. Es adicto a la Black Milk, una droga alucinógena que se consigue a partir del Heavy Liquid, y además recientemente ha perdido a su socio y amigo a manos de una banda de mafiosos y criminales llamados The Clowns. Como muy probablemente S va camino de acabar igual que su amigo, decide aceptar el encargo de localizar a la mejor artista contemporánea de su generación y así desaparecer durante un tiempo. Pero su vida lejos de mejorar se complica y nuestro protagonista se verá envuelto en situaciones límite con el Heavy Liquid como denominador común que lo conducirán de EEUU hasta Europa.
¿Tan importante es este material como para causar tantos problemas? El Heavy Liquid es un metal recientemente descubierto e ilegal. Pese a que pocos conocen su importancia a la hora de elaborar la Black Milk, este elemento parece tener diversos usos y ser la sustancia más codiciada en el futuro.
En el apartado creativo, Paul Pope actúa como autor completo guionizando, dibujando y coloreando toda la obra.
Respecto al guión, más que original sería una inteligente mezcla de diferentes géneros y obras ya conocidas conducidas a un terreno donde el dibujo acaba de rematar el resultado ofreciendo un acabado muy digno.
La historia se mueve con soltura por escenas coherentes y bien enlazadas. También se nos presentan personajes muy humanos con una buena caracterización. Muy bueno el detalle vestir a uno de los Clown con una máscara al estilo Picasso. Sin embargo, hay veces que el ritmo baja sin motivo en escenas demasiado largas. Por ejemplo, emplear seis páginas completas para contar como el protagonista se esconde de su perseguidor en un bar detrás de una columna me parece excesivo. Da la impresión que Pope quería que todos los capítulos durasen 50 páginas y por consiguiente en algunos números estiró un poco las escenas.
El dibujo está prácticamente en blanco y negro. Sólo es acompañado por ciertos colores básicos y planos, principalmente en los fondos o para crear sombras. Sin embargo este uso es todo un acierto ya que le ha dado a la obra un aspecto atemporal que la ha hecho envejecer fantásticamente.
Por lo tanto, salvando algunos momentos en que la trama se vuelve lenta e intrascendente y que bien mirado la historia no es nada que no nos hayan contado ya, HEAVY LIQUID es una muy buena miniserie con un gran dibujo y elementos enriquecedores como la ciencia ficción o las referencias al arte contemporáneo. Además, tiene un final muy inquietante del que no puedo contar nada. Siendo un poco surrealista, yo definiría HEAVY LIQUID como una mezcla de Blade Runner y Trainspotting.
A todo el que le haya interesado este material, decir que están de suerte porque NORMA EDITORIAL lo editó en un tomo allá por Mayo de 2004. Sé que queda un poco lejos pero buscando seguro que todavía se puede encontrar sin demasiados problemas.
“Entonces, no sé porqué pero tuve la estúpida idea de calentarlo [el Heavy Liquid], sólo para ver qué pasaba. Ahí fue cuando mis problemas empezaron realmente. […] Puse un poco de Black Milk en mi palma y me sentí bien. Entonces puse un poco en mi lengua. Fue incluso mejor. Me sentí claro, agudo, vivo… Entonces, puse un poco en mi oído…”-S.