Al final, lo más curioso de la Tercera Temporada es que ha sido la temporada con menos Dexter de DEXTER. Porque mientras nuestro amistoso psychokiller preparaba su boda o se debatía en dilemas sobre la amistad, la paternidad o su propio futuro, a personajes como Debra Morgan o Miguel Prado les sucedían cosas interesantes. De hecho en el caso del citado en segundo lugar él mismo las causaba. De esta manera la atención se ha ido diversificando de manera que figuras como Laguerta o Rita llegaban a disfrutar de sus ansiados 15 minutos de gloria. Porque el final de la serie contrasta con la primera mitad al ser una trama compleja donde se entrecruzan las líneas argumentales de manera intensa y por qué no decirlo inspirada dejando al espectador inquieto hasta el último capítulo. Lo que hace que me pregunte que si el ingenio ha estado ahí toda la temporada, ¿por qué no lo han lucido hasta el final?
Y hablando de finales… un servidor piensa que ya va siendo hora de que mejoren este punto, ya que otra vez tenemos lo mismo.
Todo eso respecto al guión. Por su lado los actores han cumplido muy bien superando la parte en
Y ya terminando, decir que personalmente esta temporada me ha parecido con diferencia la más aburrida así como la que menos ideas ha aportado. El esquema se está repitiendo demasiado y la serie pide a gritos un cambio de estatus urgente para su protagonista y así poder mantener el interés en un producto que a priori le queda mucho potencial.
De la cuarta temporada se puede ver un pequeño avance al finalizar el capítulo 12. Los pocos instantes no permiten por supuesto hacer una evaluación muy objetiva, pero da la impresión es que al menos el principio de las nuevas aventuras del serial killer van a ser continuistas.
1 comentario:
Publicar un comentario